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Acuerdo histórico de cogobernanza para el Parque Nacional de Villarrica

Adaptado y traducido de un original español por Simón Crisóstomo Loncopán, Presidente de la Asociación de Comunidades Mapuche Winkul Mapu de Kurarewe.

El 3 de diciembre de 2024 se alcanzó un hito histórico en el Parque Nacional Villarrica, Sector Puesco Lanín en Chile, cuando representantes de más de 13 comunidades Mapuche, el Ministerio de Bienes Nacionales y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se reunieron para firmar el Acuerdo Marco para el Consejo de Gobernanza y Gestión del Parque Nacional Villarrica. Este acuerdo constituye el primer caso en la historia de Chile en que una comunidad indígena obtiene el reconocimiento formal de sus derechos territoriales sobre un área silvestre protegida por el Estado.

El Consejo de Gobernanza y Gestión, establecido mediante este acuerdo, representa una colaboración innovadora entre las comunidades indígenas y el gobierno chileno, que aborda tensiones de larga data sobre los derechos a la tierra y la administración del medio ambiente. También se ajusta a la recién aprobada Ley de Biodiversidad de Chile, que transfiere la gestión de las áreas protegidas de la CONAF al nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

El camino hacia el reconocimiento

El establecimiento de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado en Wallmapu (Territorio Mapuche) formaba parte de un marco más amplio de desposesión que obligó a la Nación Mapuche a adaptarse a los modelos de conservación estatales. Estos enfoques occidentales, arraigados en una separación entre la naturaleza y las personas, ignoraban las prácticas indígenas de custodia de la tierra y restringían los usos ancestrales del territorio. El solapamiento de estas áreas protegidas con las tierras mapuches puso de manifiesto fallos sistémicos en la gobernanza, como la falta de marcos nacionales, la deficiente aplicación de los acuerdos internacionales y el insuficiente reconocimiento de los derechos indígenas.

Créditos de las fotos: Nicolas Amaro

En Kurarewe, donde el 60% de la tierra está clasificada como zona protegida, esta exclusión sistémica movilizó a las comunidades mapuches para actuar. Durante décadas, la región se enfrentó a amenazas que iban desde proyectos hidroeléctricos y mineros hasta iniciativas "verdes" y turísticas que pretendían comercializar partes del Parque Nacional Villarrica. En 2017, las comunidades tomaron medidas decisivas entrando en el parque para exigir el reconocimiento de sus derechos bioculturales. Levantaron un rewe, construyeron una ruka y formaron una coalición con una misión clara: proteger el itxofillmogen, la esencia física y espiritual de la biodiversidad.

Un camino de colaboración

En 2018 comenzaron las primeras conversaciones con la administración del parque, pero no fue hasta 2022 que se estableció una Mesa de Diálogo formal a petición de las comunidades kurarewe. Esta mesa reunió al Ministerio de Bienes Nacionales y a la CONAF para abordar los conflictos de gestión dentro del parque. Durante dos años de diálogo, creación de confianza y colaboración, las comunidades y los representantes del Estado redactaron el marco para el Consejo de Gobernanza y Gestión del Parque Nacional Villarrica, Sector Puesco Lanín.

El reglamento del Consejo de Gobernanza, que consta de 55 artículos, incluye principios clave como:

  • Salvaguardar la biodiversidad y el itxofilmógeno del parque.
  • Respetar y valorar la cosmovisión, la cultura y los derechos consuetudinarios mapuches.
  • Garantizar la participación territorial en la gobernanza de los parques.
  • Establecer un proceso de diálogo colaborativo y transparente.

El consejo estará integrado por representantes de la Asociación Indígena Winkulmapu, de la administración del parque, de la Dirección Regional de Servicios y de la SEREMI competente en materia de áreas protegidas.

Hacia un modelo de conservación más integrador

La firma del Acuerdo Marco supone un paso decisivo hacia un modelo de conservación más inclusivo, en el que el conocimiento indígena y las políticas estatales trabajen en armonía. Este hito no sólo aborda las injusticias del pasado, sino que también sienta un precedente para la gobernanza colaborativa en las áreas protegidas de todo Chile.

María Teresa Huentequeo Toledo, Directora de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) para la Región de La Araucanía, firmando el acuerdo junto a Simón Crisóstomo Loncopán, Presidente de la Asociación de Comunidades Mapuche Winkulmapu de Kurarewe
Créditos de las fotos: Nicolas Amaro

Con este acuerdo, las comunidades mapuches de Kurarewe recuperan su papel de administradores de la tierra, garantizando la gestión sostenible del Parque Nacional Villarrica para las generaciones futuras.

Este acuerdo se basa en los esfuerzos en curso de Futa Mawiza, una iniciativa centrada en el fortalecimiento del liderazgo y la gobernanza de los pueblos indígenas en la conservación dentro del Wallmapu (Territorio Mapuche). Futa Mawiza es una de las 10 iniciativas apoyadas por la Iniciativa de Conservación Inclusiva (ICI), financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y ejecutada conjuntamente por Conservación Internacional (CI) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Al situar el liderazgo y la gobernanza de los pueblos indígenas en el centro de los esfuerzos de conservación, iniciativas como Futa Mawiza demuestran cómo la toma de decisiones compartida y el conocimiento tradicional pueden redefinir la conservación como una práctica más equitativa y sostenible a nivel mundial.

Ver comunicado de prensa completo traducido del equipo de Füta Mawiza aquí: Acuerdo histórico de cogobernanza para el Parque Nacional Villarrica

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